... sólo el que habitó en su propia oscuridad puede sentirse dichoso de extrañar la luz. Sólo el buzo náufrago de sus propios acantilados puede volar sobre sus miedos - aún sintiéndolos, atemorizado, pero sobrevolando sobre cada uno – y no caer en la dulce melancolía de dormir entre sus canciones de pausa y espera.
Flotando bajo una luna casi negra naufragan los suspiros cansados de engendrar néctar de luz en sus primaveras, callan y se sientan a lamentar el no saber llorar para poder apagar la hoguera ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario