Uno deja de cuestionar y comienza a tratar de entender, ya que éste cambio nos hace libres. La verdad peca de verdad misma, y la razón sólo nos lleva dónde se resguarda de un presente que no pudimos naufragar (1). Entender miedos, y dejarlos alejarse, libres, ya que no hay instante mas puro en nuestras vidas que la plenitud de ser sin importar.
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