Escribo por necesidad, por destilar tanto cielo que ruge en mis dedos, tanta sangre que respira mas allá de mis ojos.
miércoles, 13 de marzo de 2013
Nos
Tal vez nunca seamos tan sinceros, con nuestra propia falacia. Nos refugiamos en gemidos cuál carcajada, llorando en el silencio de la mirada, y tan sólo tenemos que aprenderlo, nada vale la pena, sino lloramos por saberlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario