jueves, 27 de octubre de 2016

Promesas



Las promesas son anhelos latiendo por ser verdad, carne, sudor, esperanza arraigada en la verdad. Cruel es el hombre que comercia sentimientos con esperanzas, con palabras adornadas, que huelen a sueños en vano, quién promete un cielo que ni su vista puede divisar.
Es en vano que el ladrón de arrepienta si su instinto no nace de la verdad.

lunes, 24 de octubre de 2016

No sólo se trata de respirar



Respirar es más difícil de lo que uno cree, no es sólo la monotonía indecisa de inspirar, soltar y volver a insistir, ni el acto primero para poder seguir. Es más complejo, más difícil de disolver, entender, es tomar la decisión de injerir la vida en moléculas, polvo, sol, iluminarnos tan sólo por elevarnos, la conexión con el Universo. El respirar es la brújula de nuestro destino, el sentido más puro que tenemos, más intenso, el punto de conexión con nosotros mismos mucho antes de empezar a respirar.

jueves, 20 de octubre de 2016

Extraño

Como un extraño bailando en la cocina, a media luz, no podía fingir que sabía que no estaba pudiendo detener mi ansiedad por dejar de pensar. Ya nada era lo mismo, el olor a cielo húmedo, a hojas tiernas, tierra mojada, esa misma caricia ya no iba a volver a naufragar. Los pájaros cada vez más lejos se escuchaban padecer en ese silencio que no se quiere ir.
Bailaba y mis pensamientos rotaban, giraban, despertando el vapor que sueltan las cataratas al caer, humedeciendo mi aliento, mis ojos, el suelo que me mantenía de pie.

Huellas de luz en un piso de madera, teñido por la oscura marea de la noche, frente a una ventana que no deja de soplar aire fresco, ese mismo que me hace pensar que la Luna es la responsable con su abismo, victima por ser el libro íntimo de los suspiros y promesas por enamorar, mentiras sembradas bajo la oscuridad de la ceguera de la verdad.

Ni una menos



La sangre se desgarra de dolor
la carne tiene memoria
del atentado contra el amor
que no perdona, ni discrimina.
Miles de gritos en silencio
refugiados en rincones olvidados
en marcas, gritos, amenazas y mentiras
nada es ajeno, ni lejano
cuando a nuestras mujeres
las olvidan en camas, desgarradas
oliendo a miedo, muerte y frío.